viernes, 10 de junio de 2011

Día distinto

Es la 1.15am aquí en San Francisco donde por cosas del destino me encuentro, estaba en mi cuarto viendo algunos videos en YouTube y de pronto tuve ganas de escribir en mi blog al que no entro por casi 6 meses, probablemente no lo vuelva hacer en unos 6 meses más, pero hoy 10 de junio sin motivo aparente (tal vez el hecho que me encuentre fuera de mi país y por lo tanto lejos de mis padres) tuve una sensación de soledad muy fuerte y recordé a quien hace más de dos años he dejado de ver porque tuvo que irse al cielo a cuidar a otro ser maravilloso que fue parte de mi vida.
Mi abuelo materno falleció el 2009 irónicamente poco antes de mi graduación como médico (lo irónico era que él tenía muchos planes para ese día y como celebrarlo) pero creo que una historia no debe empezar así por la parte triste de la misma, además un día no puede borrar los años de felicidad que compartí con él.
Yo viví con mis abuelos maternos y fueron ellos responsables de mi crianza durante muchos años (hasta las 11 más precisamente que fue cuando falleció mi abuela) y de quienes recibí siempre el mejor de los tratos y el mayor de los cariños (con esto no quiero decir que no quiera a mis padres, al contrario, adoro a mis padres y daría mi vida por ellos) Mi abuela era una mujer fuerte y siempre me corregía cuando hacía alguna travesura y mi abuelo era mas bien paciente y de un excelente carácter.
Mi abuelo fue botones en el hotel "Bolivar" de la Plaza San Martín, la verdad yo no lo conocí en esa faceta pues ya estaba retirado para cuando yo ya había nacido, yo lo recuerdo como la persona con la "chispa" más grande, hincha de "Lolo" Fernández y del fútbol brasilero, además siempre tenía una sonrisa para todas las personas, no lo recuerdo molesto y cuando le servían mucha comida decía que le habían servido "como músico" (juro que nunca entendí bien la frase pero siempre me daba risa)
Lo extraño desde el día que nos dejó y aún me hace mucha falta, extraño ver los partidos de fútbol con él, extraño sus sonrisas, extraño sus abrazos y sobre todo extraño sus "todo va a salir bien".
Gracias por la oportunidad de conocerte y de compartir contigo, ya nos veremos pero como te dije el día que te fuiste "todavía no". Te quiero mucho.